Agricultura regenerativa ¿Es lo mismo que la agricultura ecológica?
El término de AR o agricultura regenerativa aparece en nuestros tiempos como una forma diferente de entender la agricultura sostenible, una agricultura que promueve la regeneración del suelo, la capacidad de retención hídrica, la mejora de la huella de carbono y la creación de comunidades alrededor de la tierra, y todo esto suena como si de algo nuevo se tratara.
Pero ¿de dónde viene la agricultura regenerativa?
Al igual que la agricultura ecológica, la agricultura regenerativa procede de diferentes corrientes de pensamientos que creyeron en hacer las cosas de otra forma.
Allá por la primera mitad del siglo XX, Rudolf Steiner el padre de la agricultura biodinámica, hablaba de una forma de cultivar usando preparados hechos a base de mezcla de plantas y estiércol animal para mejorar la fertilidad del suelo, también Sir Albert Howard durante esa época nos enseñó como conseguir un compost adecuado creando su método “Indore” traído de India, el más utilizado en la actualidad.
Lady Eve Balfour era una granjera aristócrata, una apasionada de la agricultura que demostró como se podía tener un suelo fértil y adecuado sin necesidad de usar químicos y escribió unos de los libros más comentados sobre el tema “living the soil”.
Y había muchos más personajes importantes de la época que fueron pioneros y contrarios a una agricultura que ya estaba empezando a verse como una amenaza para el futuro de la sostenibilidad de la tierra.
Si queremos centrar más el origen de la agricultura regenerativa no podemos olvidar a los que seguramente sean las corrientes más cercanas.
La filosofía de la ‘no-acción ‘apareció con el japonés Masanobu Fukuoka y su famoso libro “La revolución de una Brizna de Paja” en el cual, desarrolla claramente su método de agricultura donde prima no labrar, no desherbar y no abonar, para mantener el suelo rico en organismos vivos, aprender de la naturaleza y no ir en contra de ella.
En este libro detallado ofrece una visión diferente en el manejo de la agricultura, que ha servido como un referente para la agricultura ecológica y un tratado para la agricultura regenerativa. En el libro quedan expresamente especificados los principios a los cuales Fukuoka ha integrado como parte de su método la agricultura natural.
En la misma década los australianos Bill Mollison y David Holmgrem desarrollan la Permacultura, que se basa en diseñar ecosistemas que se mantengan de forma permanente.
Desde sus comienzos, la permacultura se ha visto como una posible solución a la actual crisis ambiental y social. Por tanto, va desde una agricultura sostenible hasta la construcción de casas ecológicas y verdes, así como un mayor aprovechamiento de los recursos naturales como fuente energética.
Pero fue el impulso y la dedicación del australiano Darren Doherty lo que propició la difusión de este concepto. Crecido en una granja de permacultura y dedicado a su enseñanza, viajó por el mundo conociendo a familias y granjeros que vivían practicando las técnicas de Fukuoka. Junto con nuevas prácticas dio forma a lo que se conoce ahora como agricultura regenerativa.
Algunas de las fuentes que se nutre fuentes diversas, como la Línea Clave (Keyline Design), la agricultura del carbono (Carbon Farming), el Manejo Holístico (Holistic Management) con su planificación del pastoreo (Planned Grazing), el cultivo de cereales en pastos perennes (Pasture Cropping), las Granjas Polifacéticas (Polyface Farms) y la Agricultura Orgánica, y otros procesos que regeneran y revitalizan el suelo y con ello el ecosistema.
¿La agricultura ecológica es regenerativa?
Realmente se puede ser un agricultor orgánico y no ser regenerativo, ya que podemos trabajar sin fertilizantes y con semillas orgánicas, pero omitir el trabajo importante que se hace con los animales, omitir los cultivos de cobertura y, en su lugar, transportar compost cada temporada.
Y también puede ser regenerativo y no orgánico, ya que no tenemos por qué usar semillas orgánicas para nuestros cultivos sino queremos, lo que si está claro que en ambas los fertilizantes y plaguicidas son un objetivo común debido a la erosión que afecta a los ecosistemas. Lo orgánico es una forma de hacerlo, pero hay otras y se trata de una visión mas global donde el impacto llega a la comunidad y al cuidado de los recursos, así que puede ser un gran complemento.
¿Cuáles son los principios de una agricultura regenerativa?
Para entender un poco de que se trata hay que resaltar sus principales objetivos entre los que se describen a continuación:
En primer lugar, la reconstrucción orgánica y mineralización del suelo, con recuperación de la fertilidad. En esto es importante resaltar que conseguir esto a través de suelos más enraizados y con más vida dará lugar a una conservación de biomasa que contribuye a la retención de carbono mediante la eliminación y retención fotosintética de CO2 atmosférico en la materia orgánica del suelo.
La reducción del laboreo y uso de maquinaria lo cual reduce de forma drástica de las emisiones y del consumo de recursos. Además, la reducción del laboreo protege el hábitat y la riqueza biológica de los organismos que pueblan el suelo. La directriz es la reducción del impacto mecánico sobre el suelo, lo que se traduce en evitar la inversión de las capas; principio contrario al del arado profundo practicado en la agricultura intensiva.
La disminución de la intensidad y la profundidad del laboreo ayudaría a que los suelos recuperaran su fertilidad. Se favorece así la vida y la aportación de las lombrices de tierra, esto contribuyen a la estructuración del suelo que ya ofrecen las raíces de las plantas.
La diversificación del cultivo es también una regla, que tiene su origen en los conocimientos aplicados durante siglos.
La rotación de las plantas cultivadas aumenta el número de familias botánicas en contacto con el suelo, para protegerlo eficazmente de los agentes atmosféricos y mejorar su estructura; gracias a la acción de las raíces de las plantas.
Evitar una oxigenación excesiva ayudaría a mantener la materia orgánica y la prevención de la erosión del suelo también es útil para la seguridad hidrogeológica de los territorios.
La agricultura regenerativa también amplía su visión fomentando que sea una agricultura del futuro puesto que tendremos un correcto estado del suelo que nos dará alimentos más nutritivos y sin plaguicidas, y además es una vía de creación de empleo rural que genera comunidades unidas alrededor de la tierra.
María J. Herrero